Desde las décadas de los años sesenta y setenta varios gobernadores de Puebla solicitan recursos a la Fundación Jenkins para introducir agua potable a diversas comunidades rurales. El agua potable, como el elemento fundamental para el bien-estar de las personas, es un tema recurrente para la Fundación Jenkins.
Con el fin de mejorar la vida de los habitantes de Pueble, durante las décadas de los sesenta y los setenta, Fundación Jenkins otorgó cuantiosos donativos para dotación de agua potable a cientos de comunidades rurales; más de 75 pozos profundos fueron creados para la extracción de ésta. Esta labor respondió a la memoria de su fundador, Guillermo O. Jenkins, quien siempre buscó mejorar la vida de los mexicanos.
Más de 60 municipios se vieron beneficiados con la introducción del preciado líquido, tales como Ahuacatlán, Zacatlán, Cuautempan, Cuetzalan, Tetela de Ocampo, Ixtacamaxtitlán, Xochiapulco, Chignahuapan, Huitzilan de Serdán, Nauzontla, Izúcar de Matamoros, Chiautla de Tapia, Tepeyahualco, Cuyoaco, Libres, Tlachichuca, Ciudad Serdán, Atzitzintla, Acatzingo, Calpan, Huejotzingo, Atlixco, Tochtepec, Tecamachalco, Molcaxac, Nicolás Bravo, Juan N. Méndez, Nauzontla, Coyotepec, Tehuacán, Guadalupe Victoria, Huehuetlán el Grande, Chietla, Santa Cruz Teotlaco, Xochitepec, Tlachichuca, Acatlán, Ixcamilpa de Guerrero y Cohetzala, por mencionar los más destacados.
Algunos de estos municipios contaron con dos pozos diferentes, como Tlachichuca, Cuetzalan y Chietla; algunos obtuvieron hasta tres pozos, como Nauzontla, Ixtacamaxtitlán, Chiautla de Tapia y Ciudad Serdán. Por su parte, el municipio de Libres se vio beneficiado hasta con cinco pozos de agua profunda. El impacto social de esta enorme contribución es invaluable.