¿Qué sucede cuando se generan espacios seguros para las madres que alimentan a sus hijos?
En 1913, en la fabrica de bonetería ubicada en la Ciudad de Puebla, propiedad de la familia Jenkins, se decidió construir una guardería para que las mujeres trabajadoras estuvieran cerca de sus hijos. La producción de calcetines implicaba una labor muy delicada que solo las mujeres podían realizar. Tener un espacio para que los hijos de los trabajadores pudieran estar bien atendidos fue una decisión que Guillermo Oscar Jenkins tomó a petición de su esposa Mary Street Jenkins. No es trivial que años después, en 1954, año en el que se les permite votar a las mujeres, se constituye la hoy Fundación Jenkins en honor a Mary Street Jenkins.
¿Por qué lo hizo? ¿Por qué una mujer de principios del siglo XX en México decide cuidar a las mujeres que trabajan en la fábrica, propiedad de su marido, y les ofrece un espacio para convivir con sus hijos? Quizá sea imposible conocer la respuesta de la Señora Jenkins, sin embargo, la inquietud se ha conservado y es un tema relevante en el presente.
Le preguntamos al doctor Arturo Cardona, director del Instituto Nacional de Perinatología, sobre recintos seguros para madres en el espacio laboral.